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Paso a comentar un servicio acontecido el día 27 de diciembre del 2017. Poco antes de las cinco de la tarde.

Fue una guardia bastante ajetreada por culpa del viento. Llevábamos bastante salidas todos los parques en el grupo de radio 501 (Gavà, Hospitalet, el Prat, Cornellà, Sant Feliu y nosotros, Sant Boi) y justamente estábamos cambiando de un servicio relacionado con el viento a otro.

En concreto íbamos de Viladecans camino de Sant Boi de Llobregat cuando nos pasaron por radio un aviso como URGENTE. Normalmente no existen este tipo de calificativos en las activaciones, ni las tenemos tipificadas de ninguna manera. Simplemente por la conversación con el/los alertantes, desde control de región vieron que la situación era angustiosa y con ese matiz nos lo hicieron llegar.

El aviso inicial hablaba de un acceso al rio Llobregat al lado de la estación de trenes de Sant Boi, y de una valla publicitaria de Burger King. Nos dirigimos al acceso al río más cercano a la estación de Ferrocarriles Catalanes de Sant Boi de Llobregat, pero sabiendo que la referencia de la valla publicitaria aportaba poco desgraciadamente.

Por experiencia de otros servicios similares, consulté si por el lado norte del río se había activado alguna dotación, ya que a veces el acceso por un margen no da acceso fácil al otro. Éramos la única dotación asignada al servicio. Al llegar al acceso tras la estación confirmamos que no vemos a nadie y pedimos más información.

Tras pasar unos valiosos instantes, control nos comenta que están muy ocupados con servicios de viento y que nos dejan el teléfono del alertante para contactar directamente. Les paso mi teléfono personal (ya que no llevamos teléfono de trabajo) por radio y me envían el contacto. Hablamos brevemente por teléfono y nos damos cuenta que el acceso correcto es el de la C-245. De hecho le llegué a pedir coordenadas al contacto recibido y al minuto la habíamos recibido. Ya estñabamos en el camino correcto igualmente.

En la breve conversación queda claro que la referencia no es la estación, sino el paso de las vías del AVE, y se trata de un acceso al margen del río mucho más común pasa paseos y actividades de ocio.

A la llegada al acceso de la captura (después de quitarnos el traje de intervención por el camino por si hacía falta entrar en el agua) enseguida vemos el escenario de la situación.

Vemos a dos personas sostener una correa larga desde el margen norte del río, y el perro parece estar en un tubo de canalizacion como se ve en la foto. Desde el acceso del paso, hay muchos restos de vegetación estancados y a primera vista ni siquiera se puede ver el perro.

A base de pisar restos de troncos flotantes o varados, mi compañero logra acceder a la cabeza del perro. Apenas asoma unos centimetros sobre el nivel del agua, y aparentemente ha logrado una posición de semiequilibrio que le permite no estar nadando (al menos parcialmente). Se le aprecia claramente agotado, el agua está muy fría, y si no ladra es porque apenas tiene fuerza ni capacidad de respirar. En un reconocimiento inicial, mi compañero no lora acceder a ninguna correa en el cuello, ni tampoco en el tramo de agua que inspecciona. Eso desde una posición que tampoco permite llegar muy profundo y con claro riesgo de caer dentro de la corriente del conducto.

Estas fotos ilustran la raza/aspecto de perro y el tipo de correa que llevaba.

Entre dos de los tres bomberos llegados a la actuación, intentamos mejorar el acceso a la posición del perro, retirando restos flotantes y mirando apoyos estables. También tanteamos maneras de desviar parte del agua para que el perro no estuviera tan al límite de altura para respirar.

Pero la realidad era que cada movimiento de agua, el perro se veía inundado de agua, y apenas hacía esfuerzo por recuperar la posición. Lo que nos hacía pensar que estaba muy muy agotado, además del estado de temperatura ya que el agua estaba muy fría. Nuestro acceso seguía sin ser seguro, y desde nuestra posición no lográbamos acceder a la correa que se sujetaba desde la orilla.

En muy pocos momentos se tomó la decisión siguiente. Intentar recuperar al animal por el otro lado del conducto, dejándolo fluir con la corriente. Reconozco que en es momento aún no habíamos hablado con el alertante de cómo había llegado la situación hasta allí. Simplemente parecía la única salida para evitar un ahogamiento inminente. Yo mismo pasé al lado corriente abajo del conducto y desde media altura de agua intentaba ver cómo evolucionaba el can para salir corriente abajo.

Las personas que retenían la correa desde la orilla sueltan, y el perro avanza un par de metros en el conducto. Pero una vez en medio del tubo, se aprecia que intenta nadar corriente arriba. La primera interpretación es que lo hace por miedo al conducto oscuro, o que busca la ubicación de su dueño. Poco a poco empieza a perder fuerzas, y al ver que empieza a fallar manteniéndose en superficie yo me voy aproximando.

Cuando llego al principio del tubo caminando (apenas se hacía pie en el último tramo) el animal ya no está a la vista. La corriente en el comienzo del tubo es fuerte, y sólo logro avanzar porque fijo la las manos y la cabeza contra la parte superior del tubo. Mi compañero se queda en la entrada del tubo mientras avanzo, pero es un avance penoso, más de 3-4 minutos para hacer los 5 metros de tubo corriente arriba bloqueando mi cuerpo contra el tubo para no ser arrastrado.

Llegando la posición del animal ya me temo el trágico final, a pesar de que lo encuentro rápido una vez a la altura. Con las dos manos libres y la cabeza haciendo fuerza contra el techo del conducto, encuentro el cuerpo, y con la fuerza de empuje normal de los brazos, la correa sale de su posición y el cuerpo queda liberado. A partir de aquí se intenta reanimar al animal en cuestión de segundo en la orilla, pero no logramos nada desgraciadamente.

Escribo todo esto como reflexión de toda la actuación. En un segundo me di cuenta de que lo que retenía al perro en el tubo era la correa enganchada, y lo hacía con apenas unos kilos de resistencia, pero suficiente para que el animal nadando no lograra vencer esa fuerza. También de que no sabíamos que la situación escenificaba (personas tensando una correa desde la orilla) escondía que la correa no estaba libre en el trayecto. Y que seguramente todo llegó hasta su posición trágica debido a algún enredo/enganche inicial.

No puedo arrepentirme de las decisiones, pues llegamos en momentos en los que el animal ya estaba exhausto, a instantes de dejarse hundir, pero es una frustración fuerte quedar a tan pocos segundo/minutos de haber conseguido el rescate con éxito. Los dueños, en la escena todo el tiempo, después de vivir interminables momentos de agonía e incertidumbre, destrozados. Estando nosotros afectados con sólo nuestra implicación, puedo imaginar el intenso dolor de ver a tu mascota morir así.

La otra incógnita del rescate, el no encontrar la correa al cuello del animal, era simplemente que llevaba un arnés corporal del tipo de la foto.

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Las reflexiones de mejora futura.

En el 2018 da mucha rabia no llegar a los sitios con cierta precisión y sin incidencias.

• Hay triangulación de las llamadas en el 112, pero no se aprovecha esa información. No se traslada a los centros de control de Bombers ni al resto de intervinientes (Mossos, Policías Locales, SEM, etc.). Es una información que en entornos urbanos es bastante precisa y sobretodo vale para descartar localizaciones equivocadas. Urge aprovecharla con eficacia.
  
  
  
  
  
• Hay muchas apps de avisos geolocalizados (My112, Alpify, etc.) pero a la hora de la verdad acabamos utilizando el "compartir posición" del whatsapp en el teléfono personal o en control. En la época del 112, las emergencias tenían lo último en la tecnología de aquel entonces (GSM en los años 90). Ahora no es así. Si utilizamos la posición whatsapp porque está disponible, hay que hacerlo desde el primer instante, no como ultimo recurso. Igualmente sería un recurso sólo necesario para zonas no urbanas si la triangulación la aprovecháramos.
  
  
• Descartando incluso que tengamos coordenadas o triangulación, todo cambia si quien habla con el alertante conoce una zona o no. Y eso sabemos que en el 112 (servicio a toda Catalunya) es muy complicado. El extracto de audio donde se describe el lugar debería de llegar tal cual (en audio directo) al resto de intervinientes o al menos a control de Bombers, para poder valorar si los nombres o la manera de describir el sitio es coherente o se está interpretando mal. Es decir, aunque te atienda alguien que no conozca la zona, que al menos el audio lo pueda valorar actuantes de la zona en la cadena de la actuación.
  
  
• Tenemos muchos protocolos, pero ninguna incluye como criterio la incertidumbre de encontrar el sitio. No es lo mismo valorar las dotaciones a enviar cuando sabemos el sitio con certeza que cuando no. La interoperatividad con policia/mossos y SEM sigue siendo muy pobre: no tenemos comunicación directa entre dotaciones, y la coordinación entre centralitas no logra ayudar con la suficiente agilidad en este tipo de servicios, a la hora de colaborar en encontrar el sitio correcto.
  
  
• Hasta después de sacar el cuerpo del animal del río, no llegó policía local de Cornellà. Ni tan siquiera del municipio inicialmente implicado (Sant Boi de Llobregat). Estaban desbordados con sevicios relacionados con el viento y nadie supo priorizar con acierto este rescate donde una vida animal dependía de minutos de reacción. Nuestro propio centro de control, no funcionaba de manera ágil con nosotros dado que había mucha actividad de actuaciones de viento. De nuevo el sistema organizativo no es capaz de priorizar servicios de verdadera urgencia y muy cortos e intensos de otros más dilatables en el tiempo.
  
  
• Por último no escatimo al autocrítica. Éramos tres bomberos y al quitar el traje quedé con una sola radio. Uno en la orilla de sujeción y dos intentando acceder al animal. Una explicación del posible enredo de la cuerda....hubiera podido cambiar la estrategia. Yo no investigué en ese aspecto lo suficiente.
  
  No me gusta intentar influir en las decisiones de control, y los que ha de valorar la gravedad y necesidad de recursos son ellos. Pero una actuación así no puede ocurrir que policía local quede sin activar y nadie lo subsane o lo escale como incidencia. Aunque no está en los protocolos, se hubieran de al menos haber activado una dotación por cada margen del río, al menos hasta encontrar la ubicación. La simultaneidad de servicios de viento no puede ser disculpa para fallar en un salvamento o cualquier otro servicio de máxima urgencia que pueda surgir a la vez de estos episodios.